Eres cuando te dejas ser

Eres las palabras que dejas escapar,
eres la esencia que tu piel dedica,
eres las sonrisas que el viento disipa
para convertirnos en parte de este habitar.

{…Cada pedacito de universo fue, es y será parte de ti. Me llevaré la tierra a la boca, dejaré semillas y se volverán a comer lo que alguna vez dejé.}

Eres cuando no pretendes ser,
eres cuando la madrugada se dibuja en tu cara,
eres cuando las sonrisas me llevan
entre su brisa para dejarte en la orilla del mar.

{…Cuando suelto el dolor que creo no merecer, se aligera lo que creo tener. Sólo en la ligereza, se podrá flotar hasta lugares innominados por la imaginación. Sitios que sólo cuando se sueltan las cadenas, se puede entender. }

Eres cuando te dejas ser el fuego que te quema al amar,
eres cuando la primavera se empeña en seguir tu voz,
eres cuando derriten al tiempo para formar parte de él
en el abismo de este lugar, llamado Amor.

[Estaba otra vez en mi casa, habían pasado dos días, abrí el refrigerador. Seguía ahí el tomate que había cortado. Se veía en proceso de putrefacción. Lo tomé y caminé hacia el jardín. Tome una pala chiquita, empecé a hacer un pozo y lo sepulté. Una forma de honrar a quién dio su vida para nosotros…

Quien fuera a pensar que todos tenemos que vivir ese mismo proceso, unos más concientes que otros, pero sucederá.

Nadie llora, ni ellas mismas, por los vegetales que no fueron comidos, que cayeron maduras del árbol sin tener predador, que el viento tumbó antes de tiempo, que como hoy sepulto por no haber sido consagradas por mi boca.

Y no dejan caer lágrimas porque no viven con el fantasma de la seguridad, ese que ronda cuando se quiere retener…

Siempre hay que despedirnos, que nada esta amarrado… Mientras, el tiempo nos sepa a tocar. ]

Si te escribo una despedida

Si te escribo una despedida
es por no tener una bienvenida
hacia tu mundo de añejo y sal.

Si te deseo vida
es por haberme dado latidos
cuando no cabían los sentidos.

Si te suelto libre
es por comprender la vida
cuando antes no cabía el respirar.

{…Entender a la vida, representa dejar lo que es tuyo para darlo sin fin. Aún no la entiendo, supongo que no he aprendido a dar lo más valioso, el amor eterno. }

Si te dejo cuando creo amar
es por ser tu libertad
cuando se asoma a la ventana,
el sol del mañana.

Si te pierdo en la brisa
es por darte el sueño de las risas
cuando dentro de mí se tatúa tu nombre.

Si cierro los ojos
es por no verte con lágrimas
cuando por dentro las estrellas
brillan con amor.

{…La creencia de amar, nos envuelve de una especie de enemistad con el que se es amado. Si este no da lo que se espera, entonces, no se le amó… ¿Acaso fue amor? El amor y la libertad son uno mismo cuando son de verdad. }

Si abro el alma
es por haber aprendido a ser
cuando en el interior solo refleja
el secreto de nuestra misma ventana.

Si amo,
es por sentir el cielo,
cuando dentro de mí, las estrellas,
cantan con mi soledad.

Si te escribo, si te deseo, si te suelto,
si te dejo, si te pierdo,
es por cerrar los ojos,
es por abrir el alma,
es por amarte para sentir
el cielo tocando mi existir.

[ Atrás de mi, había una alberca. No pasaría nada si me lavaba las manos en ella, pero cuando vi mi reflejo mi intención cambió. Me estaba mirando a mi misma, desde el espejo que creía ser yo.

La alberca era el mundo. Me miraba desde él, mi exterior. Me atraía tanto esa imagen que podría confundirse con la desesperación de querer ser realmente ella.

El brillo del reflector siempre parece ser más interesante cuando no se entiende que el que da la luz es otro.

Quería destruir esa imagen preconcebida desde niña. Me aventé al agua en un aire de insatisfacción. Las olas que empecé a hacer me recordaban los momentos que alguna vez pasé ahí. Mi mente se comenzaba a inundar de una alegría que no cabe en el cuerpo.

Los recuerdos de las mariposas, el viento, las caricias, las lágrimas, el dolor, las fotografías y los sueños se disipaban entre la marea. Todo se integraba con el agua, quedando sólo “yo” en mí, aquella parte que verdaderamente podía sentir la libertad.

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