lunazul

Lunazul

[ Fue en este instante, que se me abrieron varios caminos. Era yo, pero conocía tres posibilidades más, tres “yo” distintos al del paso del tiempo. ¿Cuál realmente sería yo? Me miré al espejo, aquel que sólo puede entretejer luz y esto fue lo que vi… ]

Infinita es el alma

Infinita es el alma,
torrencial aguacero
penetra su delicada esencia del amar.

{… Caía el agua de mi alma… Se pintaba de azul. Parecía venir del cielo, de la luna. Era el universo el que me miraba con delicado amor perfecto. }

Fuente de vida,
es lo que calla su verdad…
¡Silencio! ¡Que trata de cantar!
¡Escucha! ¿Oyes al mar extasiado debajo de tu piel?

{…Las gotas no eran escuchadas por los ruidos que la mente evocaba. De pronto, la sensación de flotar… Era el agua. Estaba hecha del cielo que caía tocando a mi piel. }

No es tu pecho exaltado.
No es tu sangre bullendo,
ni es el aire que inquieta tus pulmones,
es el infinito.

{…Lo perfecto del amor era mi latir. No tenía que ocultarlo, sólo saber madurarlo. }

Infinita es el alma,
océano de risas
penetrando el terreno macizo
pareciendo palpitar.

{…Tanta alegría se mezclaba con mi cuerpo provocando confusión. Estaba envuelta de la noche y la luna me rodeaba como si conociera el camino a su hogar, mi alma bullendo la lluvia que había caído en él, tiempo atrás. }

Fuente de luz, es lo que irradia su verdad…
¡Cierra la vista! ¡Que trata de iluminar!
¡Observa! ¡Deja de usar los ojos!
Esto que habita, no ansía,
sólo camina contigo, no es soledad,
eres tú, de verdad…

[ Mi cuerpo estaba tieso. No era por la falta de movimiento, sino que había sentido tan ligeros los huesos y carne que quizá pudiera decir que no estaba en ellos. Si se pudiera dividir eso que me hace estar conciente de lo que me rodea y este aparato mágico que me transporta, lo haría. Sentiría que estoy más cerca de encontrar la respuesta a aquella pregunta… ¿Acaso a nadie le importa que vamos a morir? Sí… Quizá. Pero, el mundo sigue su curso como si… No. Empecé a moverme, pero no podía hacerlo tan rápido… Fue así como inició esto, la confusión, pero al mismo tiempo la certeza. También, la paz en mi interior, pero la desesperación de no entender más cuando creía que debía. Mi mamá estaba gritándome. Ella estaba en la cocina. Quería decirle que estamos mintiéndonos a nosotros mismos. Me levanté y fui hacia ella. No sabía como decirle, pero empecé a preguntarle: ]

¿Cómo le llamas?

¿Le llamas suplicio
a este romántico transitar?
¿Le llamas noche de invierno tétrico
a este camino rodeado de floreado suspirar?

{…¿Cuántas veces queremos tener lo que no nos corresponde? ¿Quién dice qué es correspondiente? ¿Nosotros mismos? ¿Qué buscamos? ¿Lo que realmente queremos merecidamente? ¿O no? ¿Por qué? }

¿Cómo le llamas, entonces, a este lugar
que penetra tu existir
como si no hubiera
otro paraíso infernal más anhelado?

{…Si somos los que decidimos que hacer como acusadores, testigos, acusados y jueces, ¿por qué mejor optamos por dejar que alguien más tome un papel en nuestras vidas? }

¿Será así, cuando le llamas llorar
por vanos secretos que se te susurran
al observar sin amar?

{…Si se aprende a verdaderamente amar… ¿Cómo sería esta vida? ¿Qué es amar sin egoísmos? }

¿Será así, cuando le llamas sonreír
por el sufrir ajeno que te aleja
de la verdadera felicidad?

{…¿Cuál es la verdadera felicidad? ¿Dónde esta? ¿Qué buscamos como seres humanos? De todo lo que se ha creído, ¿qué realmente viene del fondo de su ser?}

¿Cómo le llamas?
Si no lloras, ni sonríes en tu cuerpo,
sino desde el piélago del amar…

[ Eres bastante preguntona. …Me dijo mi mamá.
Quiero entender. ¿Tú te has preguntado esto? …Dije mientras cortaba el tomate cuyo jugo se esparcía por mis manos.
Alguna vez, debí. Pásame el salero. …Contestó. Parecía ignorarme, pero algo dentro de ella debía escucharme.
¡Mamá! Hazme caso. …Dije un poco exaltada.
…Tu papá nos está esperando.
Sí. Lo sé, pero esto es más importante. ¿A dónde vamos?…Dije mientras guardaba en el refrigerador lo que recién corté para cuando regresáramos.
Necesitamos ir a comprar unas cosas. Te dije. ¿En dónde estas? …Me dijo con una mirada de extrañeza y casi preocupación que sólo una madre puede dar.
Pero se dio cuenta. No estaba ahí, sólo el cuerpo, ese era el punto. Podía estar con ellos, físicamente, pero estar en otro lado. Y ese lugar, donde parecía estar, en el cuál tampoco estaba porque lo estaba buscando, era para estar feliz.]

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