lunazul

Lunazul

[ Volvía a estar como en un inicio. Tenía la misma decisión, pero esta vez tomaría la derecha. Me preguntaba si, quizá los dos caminos conducían a lo mismo, pero sólo viviéndolo podría darme cuenta.
Podía haber regresado por el mismo camino para demostrarme que había algo ahí, pero no lo hice porque confiaba en mí. Ahora, me adentraría al mar.

Me paré, caminando lentamente… Todo a mi alrededor se volvía asombroso. Mi pecho latía fuertemente como si esta experiencia fuera de total éxtasis hacia la creación, tal que mi cuerpo se vuelve sólo un medio de transporte.

El agua me empezaba a tocar las rodillas. Y a lo lejos, una luz que brilla. ¿Podré alcanzarla? ¿Acaso habrá otra ciudad allá? Jamás había leído sobre la geografía de ese lugar a detalle.

Podía ser… ¿Será esta vez real? ¿Qué me espera? ]

¿Acaso existe lo que brilla?

Apunta a tu destino, pero ¿Existe?
¿Existe el destino?
¿Existe lo que apunta?

Apunta a tus sonrisas, pero ¿Brillan?
¿Brillan las sonrisas?
¿Brilla lo que apunta?

{…Muchas veces se mira a lo que dicen los demás, creyendo que lo que está ahí es lo que se debe entender… Pero, ¿acaso existe? }

Apunta a tus segundos, pero ¿Existe?
¿Existen los segundos?
¿Existe lo que apunta?

Apunta a tu alma, pero ¿Brilla?
¿Brilla tu alma?
¿Brilla lo que apunta?

{…En realidad, lo que se oculta es el ser mismo que a gritos pide ser entendido para que se crea en él. Se comprenda que sólo es capaz de llegar a la plenitud. }

Si lo que apunta
existe en tu alma,
brilla tu destino,
existiendo las sonrisas,
brillando con los segundos,
existe.

{…Si existe lo que alguien más vio, puede que encuentres lo que hay en ti, pero el final es tu sonrisa, aquella mirada de amor que le das a aquel que a gritos y desesperación pide amor. }

Si lo que apunta
brilla en tu alma
existe en tu destino,
brillando en tus sonrisas,
existiendo con los segundos,
brilla.

[ Después de todo lo vivido, el agua llegaba a mi cuello y estaba nadando suavemente. En este lugar, me convertía en nada y todo al mismo tiempo. Estaba cubierta de agua mientras seguía siendo yo.

Sentía calma pura mientras alzaba mis brazos y los volvía a hundir en la piel del azul. Mi mente estaba ahí, presente, en las olas y mi ritmo.

Silencio total, seguido de infinidad, el piélago aunado a mí como si fuéramos uno solo y mi cuerpo sólo fuera una sombra. ]

En ésta, mi sombra

Creí que la lluvia había muerto,
pensé que el huracán perdió su nombre,
pero en ésta, mi sombra,
vuelve a llover el enigma del recuerdo,
un memento envestido
de tiempo, que no conoce
voces sino amores,
que se ocultan en las nubes
de arco iris y sonríen como el cielo.

{…Cuando caminamos vemos la sombra clara, la obscura, el reflejo de nuestros pies y la conciencia que mira a todos. ¿Cuál es nosotros? ¿El que mira o el que vemos? }

Cuando la tempestad alcanza,
recuerdos descansan,
cuando calma arrulla,
huracán enloquece
para devolverle
al silencio su canto,
así como ésta, mi sombra,
iluminada por el desfile
del deslavar a la memoria fiel,
que es dada por el encendido
huracán de nombre perdido.

{…La memoria permanece firme mientras somos capaces de llevar a la mente los pensamientos en forma de remembranzas. ¿Quién es nosotros? ¿El que mira lo pensado o el que piensa lo recordado? }

Mientras escribo cesa la lluvia,
el claro está entre las nubes de arco iris
y deja mostrar una estrella,
una sonrisa de los ojos de mar
cuando la noche esta viva
en el huracán que recupera su nombre
con el amor que nunca muere,
que está envestido del tiempo
para siempre volver a empezar.

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