Pingüinitos
Pingüinitos son
los besos que me das,
Pingüinitas son
las caricias que recibo,
danzando como trompos
de historia gloriosa
porque encontraron a su amor.
Pingüinitos somos
al confiar en la vida
que se nos entregó
por amor.
Pingüinitos somos al amar el alrededor
que no es más que el blanco y negro
de nuestro cuerpo que un día se disipará.
Pingüinito eres tú al amarme.
Pingüinita al amarte
con todo tu interior.
Como la vez pasada, BeBaPY me volvió a sorprender apareciendo a mi lado y diciéndome:
—Te voy a decir porque pinto poemas.
—Es la segunda vez que tratas de explicarme, BeBaPY.
—Prometo ser breve.
—Pues ándale, dinos.
—También a él? —Me preguntó BeBaPY.
—Y te advierto, le voy a decir el secreto… —Le contesté mientras movía la cabeza hacia arriba y abajo para decirle que sí.
—Esta bien, resultó que pinté en la pared a un “escritor”. Sabía que era uno, por la pluma que llevaba a todos lados. Le pregunté si podía ser como él.
—Le hablaste a un dibujo… No te contestó, ¿verdad?—Le pregunté.
—Me contestó. Claro que lo hizo. Me dijo que todo dependía del porqué quería ser pintor.
—¿Te volvió a hablar?—Le pregunté.
—Sí. Voy a volver a pintarlo. Y así, sabrás lo que pasó.—Me dijo BeBaPY mientras pintaba otro poema.